Habrá un campeón diferente por quinto torneo en fila y si son las Estrellas que finalmente levantan la Copa BHD-León los seis conjuntos habrán descorchado entre 2011-2019 (nueve campañas), un espejo del equilibrio de la Lidom de hoy con cuatro sorteos.
Tras quedarse fuera de las dos últimas postemporadas, petromacorisanos y romanenses obligarán a que el resto del país mire exclusivamente al Este, dos estadios separados por 35.6 kilómetros, para conocer al representante dominicano en la Serie del Caribe de Barquisimeto, Venezuela.
El que gane cinco partidos esta vez emulará al Escogido, que saltó de la lona en el torneo 2014-2015 a la cima en el siguiente.
Los verdes, con la abrumadora mayoría del país a su favor, intentan por ocasión 12 volver a recorrer las calles de la Sultana del Este con la corona como lo hicieron hace más de medio siglo, cuando se imprimía en blanco y negro (1968).
Lo harían con la memoria fresca de esas tres ocasiones en las que llegaron con la serie al máximo (1974-75, 1987-88 y 1999-2000) y tras ver en ese trayecto a los Cachorros acabar una sequía de 108 años sin Serie Mundial, a los Medias Rojas de 86 y a Cuba regresar a la Serie del Caribe y ganarla tras ausentarse 44 abriles.
Los bovinos llegan por su tercer cetro en los 35 años que llevan en el circuito, la quinta ocasión en la que visitan esta fase. Llegan fortalecidos luego de obtener el boleto en el último out del juego extra contra el Escogido con el regreso del capitán Cristhian Adames, aunque pierden al jardinero Teoscar Hernández.
Dos estilos
Si en el terreno Jordany Valdespín, Rubén Sosa y Raúl Valdés se han adueñado del protagonismo en los Toros y Junior Lake, Fernando Tatis III y Radhamés Liz en los orientales desde las oficinas quienes han tenido que mover fichas con la precisión de grandes maestros de ajedrez han sido Raymond Abreu en La Romana y José Mallén Calac en Macorís.
Abreu es un respetado hombre de béisbol que por 25 años ha sido el responsable de operaciones y reclutamiento de los Atléticos de Oakland, los ojos en América Latina de Billy Beane, el creador del Moneyball y presidente del club californiano. Trabajó con el Escogido en la misma posición y como asistente del Licey.
Mallén Calac no tiene el clásico linaje de un gerente de invierno, que comparte las funciones con el empleo principal en un equipo del Big Show. Este es un economista (Intec) con un MBA (IE de España) que durante el día funge como gerente de venta de la empresa familiar Grupo Mallén (distribuidora de productos farmacéuticos y cosméticos), pero esto no quiere decir que en su iPhone falte algún contacto importante de la MLB.
Nacido en Panamá hace 34 años mientras su padre del mismo nombre y presidente del equipo trabajaba allí, Mallencito se estrenó en el puesto el curso pasado tras tres lustros “mirando y escuchando” en la oficina a los gerentes Ángel “Aroboy” Santana, Alfredo Griffin, Carlos Juan Bernhardt, Eddy Toledo y José Senra.
En marzo, al ser confirmado y hacer un diagnóstico de las razones que ocasionaron el último fracaso verde, identificó el bullpen como causa principal y acudió a negociar con Abreu. Entregó al versátil Valdespín (MVP del torneo actual) a cambio de los relevistas Román Méndez y José Rafael “Jumbo” Díaz, el primero con 12 holds y el segundo con cinco ventajas mantenidas y cinco rescates.
El siguiente paso fue renovar el cuerpo técnico, un movimiento que llevó a Fernando Tatis II a la dirigencia, con el puertorriqueño Pedro López (manager del año en 2017-2018 con los Gigantes) como coach de banca. El entrenador fue clave para prolongar la estadía del prospecto número dos del béisbol, su hijo de igual nombre, el MVP del round robin.
“El pitcheo es lo que gana. No tiene sentido que se hagan cinco carreras y te hagan seis. Fue costoso ceder a Valdespín pero al final sin pitcheo no se gana, al igual que la defensa y bateo oportuno”, dice Mallén Calac, que da crédito a sus asistentes Rafael Mateo (Diamondbacks), Kremlin Martínez (Dodgers) y Fabio Herrera (Reales) y el encargado de sabermetría, Carlos Reyes.
Si Mallén Calac tiene toda la temporada llamando a Nueva York para obtener el permiso de Robinson Canó, Abreu se ha mudado a Baní y no ha parado de llamar a Cleveland para obtener el de José Ramírez.
Abreu activó la alarma a tiempo y despidió al dirigente histórico Dean Treanor en noviembre. Contrató al torpedero venezolano Yunel Escobar, aunque un problema de visado no le permitió jugar y encontró un sustituto de Taylor Motter cuando creyó en Hunter Pence luego de que los otros 26 equipos de las ligas de Puerto Rico, Venezuela, México y Dominicana no hicieron caso al e-mail que el veterano jardinero envió ofreciéndose.
