
Su cuerpo sin vida está siendo
velado en la Capilla La Altagracia, donde familiares y amigos le dan un esperanzador adiós de verla dentro de su
descanso eterno, en la paz del señor.
María Hilario Pérez, quien muy a
pesar de sus pesados años, constituía un pilar fundamental en el quehacer
diario de la familia por igual de cada una de las personas que les trataba a
quienes brindaba servicios de atención y alegría pues nunca se le vio quejarse
por tal o cual situación más que cuando hablaba con Dios.
Todos los que tratamos a esta
humilde mujer, nos sentimos satisfechos y orgullosos de haberla conocido pues sirvió
de modelo a esta generación por esto podemos gritar frente a su ataúd, que
mujeres como María Hilario, nunca mueren, renacen en cada batalla de la vida,
en cada sonrisa en cada gesto solidario, en cada joven, adulto o personas
mayor, ella supo colocarle el sello de pueblo de la humildad, es por tanto, que
siempre estará con nosotros.
No te decimos adiós porque
sabemos que el remedio que nos tiene Dios para sanarnos del pecado es la muerte
y como dadiva, nos tiene la vida eterna, es por tanto mi vieja que te decimos
hasta pronto.
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