Como
un niño en la República Dominicana, Gary Sánchez solía jugar a la
captura con una lima.
Era todo lo que su familia podía permitirse. Para
golpear, Sánchez encontraría un palo de escoba y las cabezas de las
muñecas.
Eventualmente desarrollaría sus habilidades un poco más
convencionalmente, y terminó firmando con los Yankees por un bono de
US$3 millones cuando tenía 16 años. Pero cuando llegó a los Estados
Unidos, no sabía cómo entrenar adecuadamente. Después de todo, era un
adolescente.
“Se necesita tiempo para convertirse en un profesional, para entrenar para convertirse en un profesional”, dijo Sánchez.
Su historia, de trapos a la franquicia más rica de la Liga Mayor de
Béisbol, ha convertido a Sánchez en una pieza central de los cuatro
Yankees post-A-Rod.
Él es un nuevo rostro de la organización, un tipo
que los fans pagarán para ver. Sus humildes comienzos y su compromiso de
ser un líder importante le dan al equipo algunas preocupaciones cuando
se trata de un segundo año de crisis.
Los Yankees ya no necesitan decirle a Sánchez que siga trabajando.
Han visto su dedicación los últimos dos años y esperan que continúe. Lo
que no necesariamente esperan es que Sánchez sea tan increíble como lo
fue en sus 53 partidos como novato.
“No sé si puede repetir ese tipo de año”, dijo el gerente general de los Yankees, Brian Cashman. “Es imposible”.
Ahora con 24 años, Sánchez tiene la oportunidad de ser un All-Star
esta temporada. Y si llega cerca del ritmo del año pasado, en el que
bateó 20 jonrones en 53 juegos, el cielo es el límite.
En otras palabras, no hay cosas seguras. Sin embargo, de los jóvenes
aspirantes de los Yankees, Sánchez parece más probable que sea una
estrella para los próximos 5 a 10 años.
“He estado en el juego el tiempo suficiente para saber que nunca se puede contar con nada”, dijo Cashman.
Pero apostar por el talento suele ser la mejor opción. Sánchez tiene
mucho de eso. Aunque es difícil imaginar que va a crecer en el plato,
que podría ser aún mejor.
Sánchez es todo lo que quieren los Yankees en la posición. Lo mostró el año pasado. Ahora sólo tiene que hacerlo de nuevo.
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