Mi nombre es Carlos Santana de los Indios de Cleveland pero también
soy esposo, soy padre, soy hijo y también soy más que un pelotero.
El Opening Day es algo que cada pelotero sueña y cada día más, uno le
da gracias a Dios porque cada día más uno va a empezar la temporada y
sí, hay mucha expectativa especialmente en Cleveland, ya que venimos de
una Serie Mundial y es algo que nos llena mucho de emoción.
Creo que de contento sí estuve, ya que nadie contaba con el equipo de
Cleveland. Fue algo que fue una maravilla ya que llegamos hasta la
cima. Decepción, no creo que (haya tenido) decepción porque me sentí
como un campeón. Yo sé que en este juego hay que ganar y que saber
perder. Nosotros, especialmente yo y mis compañeros, nos sentimos muy
muy muy, primeramente agradecidos con Dios y segundo nos sentimos como
campeones porque batallamos hasta el final.
Cleveland significa para mí lo máximo. Gracias a Dios me han dado la
oportunidad de yo jugar en Grandes Ligas; fueron ellos que me abrieron
las puertas y todavía sigo aquí. Es algo que significa mucho porque esta
ciudad se está convirtiendo en una ciudad de más deportes ya con el
equipo de los Cavaliers y los Cleveland Browns, y con nosotros los
Cleveland Indians. Hay algo que se nos refleja, un reflejo para
nosotros, o sea para que la gente nos siga apoyando y seguir triunfando.
Creo que Cleveland para mí ha sido lo máximo. Cleveland tiene buenas
personas, la gente siempre está (apoyando) a uno; yo le agradezco mucho
eso.
La comunidad es importante. Aquí con los policías, he hecho buenas
relaciones con ellos, ya que yo me paro y yo los saludo y ellos se
sienten bien y se sienten especial. Pero para mí, yo lo hago de corazón.
Ellos siempre vienen aquí a mi casa y compartimos; me da el gusto de
compartir con ellos.
Siempre estoy en la oficina y los policías aquí están para apoyarnos,
uno al otro. Yo sé que a ellos les gusta el deporte y les gusta hablar
de deportes, y yo normalmente me pongo a hablar. Ellos que siempre
quieren saber de la pelota, y aguantar tantos juegos. Y entonces, ahí yo
les explico del porqué y que es lo que uno tiene que hacer. Me dicen
que es algo muy interesante y que no es fácil ser pelotero, pero que
cada día más y cada atleta que ellos ven, ellos siempre me dicen que los
respetan mucho.
Otro miembro de la familia es Niko Lanzarotta. Niko es un niño que
tiene problemas en su pierna y es algo que me llena mucho el corazón,
que siempre trato de ponerlo feliz. Lo conocí un día que lo vi y me
llamó y yo le regalé una pelota y él me dijo a mí que si yo le podía
firmar. Él me preguntó que si yo podía dar un jonrón entonces yo le
dije, ‘si me das un abrazo.’ Y él me dio un abrazo y entonces en el
turno al bate yo di jonrón.
Entonces, de ahí pasó a ser un show para los fanáticos pero para mí
fue algo de corazón que no estaba en mi mente, nunca. Siempre, cada vez
que lo veo lo hago con mucho amor y respeto. Le doy un abrazo, le doy
amor y cariño, y Niko ahora es mi mejor amigo aquí en Cleveland. Hace
dos semanas tuvo una operación y yo estuve orando por él y gracias a
Dios todo salió bien.
Sé que soy una persona de mucha suerte. Esta ciudad, esta comunidad y
esta organización significan mucho para mí. No sé qué me espera, pero
no voy a pensar en la agencia libre. En lo que sí voy a pensar es ir al
trabajo, ser buena persona y cuidar a mis seres queridos. Ese soy yo y
eso es lo que hacemos aquí en Cleveland.
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