“Lo que me den yo lo cojo, y tranquilo ahí…”. Con
esa actitud o mentalidad se incorporó temprano Anderson Hernández a los
entrenamientos para su temporada ininterrumpida número 14 con los campeones
nacionales Tigres del Licey.
La frase expresada a Sussy Jiménez para Licey TV
refleja la conciencia como jugador veterano de uno de los símbolos en activo
del Glorioso, a sabiendas de la gran cantidad de talentos más jóvenes con que
cuenta la organización para la posición que por mucho tiempo fue amo y señor:
la segunda base.
La declaración de Anderson surgió ante la pregunta, de si cree que en el round
robin y la serie final de la temporada pasada se le dio la participación justa,
ya que parte del público pensó, que por su veteranía debió tener un rol más
activo, cuando el equipo logró su corona 22.
“Yo no puedo decir que sí ni que no”, espetó. “El beisbolista quiere jugar a diario, (pero) el manager y el gerente tomaron su decisión: trajeron un refuerzo, lo pusieron a jugar y yo (me dediqué) a esperar a que me dieran la oportunidad y tratar de hacer el trabajo”, razonó.
“Yo no puedo decir que sí ni que no”, espetó. “El beisbolista quiere jugar a diario, (pero) el manager y el gerente tomaron su decisión: trajeron un refuerzo, lo pusieron a jugar y yo (me dediqué) a esperar a que me dieran la oportunidad y tratar de hacer el trabajo”, razonó.
Y siguió hasta expresar la frase de inicio. “Eso
es así, esa es la pelota: cuando yo llegué sentaron mucha gente y me pusieron a
jugar, entonces (ahora) no me puedo quejar: lo que me den yo lo cojo y
tranquilo ahí, cherchando en el dogout”.
Anderson Hernández jugó este verano en México,
donde aseguró que se sintió bien, sintió que hizo el trabajo y ahora llega al
Licey a tratar de hacer lo mismo.
No se escapó de hablar sobre la combinación que
en parte de la temporada pasada tuvo con su sobrino y torpedero Sergio
Alcántara, del que dijo mantuvo la comunicación con el chico que jugó a nivel
de Clase A Avanzada de las organizaciones, primero Arizona, y luego a Detroit.
Dijo que Sergio está en Liga “Instruccional” y piensa que luego se incorporará
al Licey.
Hernández entiende que con el personal con que ya
cuentan los Tigres para el inicio de temporada 2017-2018, más algunos refuerzos
y un nuevo dirigente, Luis Urueta, el combinado azul tendrá las herramientas
para coronarse por segunda vez seguida, lo cual no sucede desde hace 32 años.
Dijo haberse sorprendido con la cantidad de
jugadores que encontró cuando se apersonó el primer día de entrenamientos, como
Juan Francisco, Yamaico Navarro, Engel Beltré, el lanzador Esmil Rogers, entre
otros, los que les hicieron pensar que “el equipo va a estar muy bueno y si
jugamos como sabemos, vamos a dar mucha agua de beber”.
Con Vaqueros de Unión Laguna en la Liga Mexicana,
“El Menor” logró un promedio de bateo de .309, con 135 hits en 437 turnos. Pegó
30 dobles, ocho triples y cinco cuadrangulares, impulsó 68 carreras, anotó 79 y
nueve bases robadas. Cosechó 36 bases por bolas, que elevaron su porcentaje de
embasarse (OBP) a .359. Se ponchó 60 veces.
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