Ahora que verdaderamente me encuentro sumergido en los deportes especialmente en Béisbol, Softbol, Baloncesto y Voleibol, me he dado cuenta el gran sacrificio que realizan todos y cada uno de los dirigentes de estas disciplinas para montar un evento de alta competencia a los fines de desarrollar en su nivel a todos aquellos que les practican.
En cada cancha en
cada play sólo se oye hablar de Andrés Osiris Tejeda Cessé, de Ramón Egalite (Sisito),
de Víctor Vásquez Sosa, (Quique), de que estos son vitalicios en cada una de la
presidencia de sus respectivas asociaciones sin embargo, nadie dice nada del
deporte que más se práctica en Bonao, (El Softbol), el cual se encuentra acéfalo
sin directriz, completamente abandonado por sus autoridades.
En Bonao, todos
aquel que practica alguna disciplina deportiva sabe, que la dirigencia del Voleibol,
Baloncesto y Béisbol, son prácticamente personas que voluntariamente han
aceptado ese compromiso para no dejar morir lo que ellos viven y llevan en la
sangre, estos entienden, que deben hacer algo bueno por su pueblo haya o no
haya apoyo de las autoridades correspondientes ya que abandonar ese afán, ocurriría lo mismo que le
ha ocurrido al Softbol, que dejo de ser un deporte regido por un organismo o
asociación.
Como voluntariados
deportivos y así debe entenderse, dicen presente en todos los eventos haciendo
algo bueno y lo que muchos criticones, no han sabido enfrentar púes no son
capaces de unir criterio al momento de organizar un evento no importa su
disciplina pues en vez de ayudar, le dan por la cabeza para que se hundan más y
más profundamente.
La Asociación de Softbol
de Monseñor Nouel, es un ejemplo vivo de lo que podría sucederle al Voleibol al
Baloncesto al Béisbol si sus principales dirigentes dejaran de prestarles interés
y de lo que podemos estar seguros, que sin Osiris, Sisito y Quique Sosa en Bonao,
esas disciplinas no funcionarían. Una muestra
es, que desde que Samuel Melo abandonó el Softbol, éste dejó de existir en Monseñor
Nouel.
Sería interesante reconocer que nuestros dirigentes deportivos
no son malos, los malos somos nosotros que nada aportamos para desarrollar a
nuestros atletas, nuestras organizaciones deportivas entre los que existen, lo
que buscan dirigir organismos para dejar podrirlos como bien ha ocurriendo con
el Softbol en Monseñor Nouel.
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