El australiano Jeff Horn se
proclamó nuevo campeón del peso welter, versión Organización Mundial de Boxeo
(OMB), al vencer hoy por decisión unánime al filipino Manny Pacquiao.
La pelea, disputada a
12 asaltos, en el Suncorp Stadium, ante más de 55.000 espectadores, dejó un
resultado polémico después que los tres jueces dieron ganador al Horn, de 29
años, con puntuaciones de 117-111, 115-113 y 115-113, respectivamente.
Sin embargo, sólo los tres jueces que
trabajaron en la pelea vieron ganador a Horn, el resto de los expertos y
profesionales de la información que siguieron y cubrieron el combate, el
ganador había sido por decisión unánime Pacquiao, con puntuaciones que
oscilaron todas entre 117-111 y 116-112.
El veredicto final, que dejó feliz a Horn y a
todos los seguidores australianos, fue la mancha negra de una gran pelea, en la
que los dos púgiles se mostraron siempre dispuestos al intercambio de golpes,
con ventaja para el excampeón filipino de 38 años, que castigó con dureza a su
rival.
Pero el joven púgil australiano, que dejó su
marca en 17-0-1, con 11 nocáuts, absorbió todo el castigo, especialmente en el
noveno asalto, cuando el árbitro estuvo a punto de parar la pelea ante toda la
sangre que cubría el rostro del nuevo campeón del mundo.
Las estadísticas de la pelea también no dejaron
ninguna duda de la superioridad de Pacquiao que
lanzó 574 golpes por 627 de Horn, pero el púgil filipino colocó 183 por sólo 93
del australiano, con porcentajes del 32 y 13, respectivamente
Sin embargo, los jueces Waleska Roldán (117-111),
Chris Flores y Ramón Cerdán, ambos con 115-113, de vieron ver otro combate, o
golpes que no fueron registrados por el computo oficial.
La nueva derrota polémica de Pacquiao (59-7-2) ya no es novedad en su
carrera ya que le tocó vivir la misma experiencia en el 2012 cuando perdió de
la misma manera ante el estadounidense Timothy Bradley Jr. después que los
jueces lo vieron al segundo como ganador por decisión dividida, una de las que
generaron mayor controversia en la historia del boxeo.
Pero una vez más, también, como sucedió tras la
derrota frente a Bradley Jr., al que luego ganó dos veces, Pacquiao se mostró resignado y deportista
al decir que había sido una decisión de los jueces.
“Es lo que vieron y es la decisión de los jueces,
que respeto”, declaró Pacquiao al
concluir el combate y conocer el veredicto del mismo.
Tal vez como previniendo de lo que podía suceder
en tierras australianas, Pacquiao en
el contrato que firmó para la pelea con Horn estableció la cláusula de revancha
obligatoria si perdía la pelea.
“Absolutamente que la ejercitaré”, comentó Pacquiao, que aseguró que habrá pelea de
revancha con Horn. “Tenemos ese derecho de volver a pelear y por lo tanto no
hay ningún problema”.
Por su parte, Horn admitió que había recibido un
duro castigo por parte de Pacquiao,
pero que siempre siguió los consejos que le dieron desde su esquina, además del
apoyo, y ahí estuvo la clave de aguantar toda la pelea.
“Tal vez por lo escandaloso de la sangre pudo
parecer que estuve en peligro, pero al final aguanté bien y creo que merecí el
triunfo”, comentó Horn.
En cuanto a la revancha con Pacquiao admitió que estaba incluida en
el contrato y por lo tanto no tendría tampoco ningún inconveniente en volverse
a enfrentar y de hecho lo harán cuando los representantes de ambos púgiles lo
establezcan y consideren oportuno.
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