CHICAGO -- Tras su primer año completo en Grandes Ligas, Alejandro De Aza
se imaginaba que para su segundo iba a tener que confrontar algunos
cambios, que los resultados y el impacto que tuvo en el 2012 no iban a
ser tan fácil repetir.
Ante esas posibles situaciones, el dominicano tomó sus previsiones, pero
al parecer no fueron suficientes para iniciar esta temporada como esa
chispa ofensiva que fue para los Medias Blancas de Chicago
la campaña anterior, lo que ha tenido su incidencia en el lento
arranque del equipo, que ocupa el último lugar de la División Central de
la Liga Americana, con récord de 8-12.
De Aza ya tiene identificada la causa que lo ha estado afectado, la
forma en la que los rivales le han estado trabajando y, en base a ello,
ha estado trabajando para conseguir la fórmula y retomar el consistente
ritmo que tuvo en el 2012, cuando obtuvo su gran oportunidad para jugar a
diario en las mayores, luego de cuatro cortas experiencia y de ocho
años en ligas menores.
"Me han estado lanzando distinto y todavía no he podido ajustarme. Pero
ya eso yo lo sabía, porque el año pasado todavía habían equipos que no
me conocían", dijo el jardinero de los Medias Blancas, quien agregó:
"Ahora no me están lanzando tanto adentro, casi todo lo que me tiran es
afuera y no he podido hacer buen contacto, pero ahí voy trabajando, poco
a poco van a comenzar a salir las cosas bien otra vez".
El dominicano tiene en estos momentos promedio al bate de .234 y un
porcentaje de embase de .268, números que muestran que en estas tres
primeras semanas de campaña tampoco ha sido del todo paciente. Según
Fangraph, portal dedicado a las estadísticas, en este año el jardinero
ha aumentado en un poco más del cinco por ciento (48.2) su promedio de
swings realizados, en comparación con el 2012 (43).
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