martes, 2 de abril de 2013

WILIN ROSARIO LLEGA A LOS ROCKIES CARGADO DE CONFIANZA

Los Rockies de Colorado habían estado llevando paso a paso el desarrollo de Wilin Rosario a través de su organización, hasta que el año pasado en la primera oportunidad que le dieron para mantenerse toda una campaña en Grandes Ligas, el receptor alzó la voz con su capacidad ofensiva y reclamó su espacio como jugador de todos los días en el máximo nivel.

 La exhibición que ofreció Rosario con su bateo en el 2012 le valió para que los Rockies no tuvieran dudas de entregarle para este 2013 la posición de cátcher y encargarlo de uno de los puesto medios de la alineación, para que con su madero ayude a fabricar carreras y a remolcar al equipo a una temporada con mejor registro que la anterior, en la que fueron últimos en la División Oeste de la Liga Nacional, al ganar tan solo 64 de 162 juegos.

El dominicano, de tan solo 24 años de edad, está emocionado por el gran chance que tiene al frente, por eso cuando habla de él lo hace con una sonrisa y con un brillo especial en sus ojos.

"Eso es algo tremendo, pero gracias a Dios estamos bien y trabajando duro, con la misma mentalidad positiva", dice Rosario, en el acogedor clubhouse, con luces púrpuras y blancas a media intensidad, del complejo primaveral de los Rockies, el Salt River Field, de Scottsdale, Arizona.

El receptor contiene sus palabras y las mide para que su emoción no se desborde y su principal tutor, Ramón Hernández, quien escucha atentamente la conversación que sostiene su discípulo con el reportero, no lo regañe, ni se mofe de él.

Rosario entiende también que toda esa alegría y motivación la tiene que acompañar con trabajo, porque aún tiene que seguir aprendiendo del juego y desarrollando sus condiciones para ser realmente ese pelotero exitoso y consistente que se propone ser.

En ese aspecto, la experiencia obtenida la campaña pasada y los buenos resultados que logró con su ofensiva, en la que registró .270 de promedio al bate, con 28 jonrones, 71 carreras remolcadas, .530 de slugging y .843 de OPS, le han dado la confianza para que, sin descuidar su bateo, se enfoque más en la defensa, el principal reto que tendrá al frente para esta campaña.

"No es que me siento cómodo, sino que me siento confiado. Sé que si la confianza que tengo para batear la uso para catchear voy a ser Guante de Oro fácil. Por eso sigo trabajando, porque sé que mi posición es la de un líder, de un capitán de una aeronave, donde tú eres el que tienes la llave del motor. Estoy aprendiendo a manejar esa nave, a llevarla por el camino correcto y no que no vayamos a la deriva", dijo el receptor.

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