Los Rockies de Colorado habían estado llevando paso a paso el desarrollo de Wilin Rosario
a través de su organización, hasta que el año pasado en la primera
oportunidad que le dieron para mantenerse toda una campaña en Grandes
Ligas, el receptor alzó la voz con su capacidad ofensiva y reclamó su
espacio como jugador de todos los días en el máximo nivel.
La exhibición que ofreció Rosario con su bateo en el 2012 le valió para
que los Rockies no tuvieran dudas de entregarle para este 2013 la
posición de cátcher y encargarlo de uno de los puesto medios de la
alineación, para que con su madero ayude a fabricar carreras y a
remolcar al equipo a una temporada con mejor registro que la anterior,
en la que fueron últimos en la División Oeste de la Liga Nacional, al
ganar tan solo 64 de 162 juegos.
El dominicano, de tan solo 24 años de edad, está emocionado por el gran
chance que tiene al frente, por eso cuando habla de él lo hace con una
sonrisa y con un brillo especial en sus ojos.
"Eso es algo tremendo, pero gracias a Dios estamos bien y trabajando
duro, con la misma mentalidad positiva", dice Rosario, en el acogedor
clubhouse, con luces púrpuras y blancas a media intensidad, del complejo
primaveral de los Rockies, el Salt River Field, de Scottsdale, Arizona.
El receptor contiene sus palabras y las mide para que su emoción no se desborde y su principal tutor, Ramón Hernández, quien escucha atentamente la conversación que sostiene su discípulo con el reportero, no lo regañe, ni se mofe de él.
Rosario entiende también que toda esa alegría y motivación la tiene que
acompañar con trabajo, porque aún tiene que seguir aprendiendo del juego
y desarrollando sus condiciones para ser realmente ese pelotero exitoso
y consistente que se propone ser.
En ese aspecto, la experiencia obtenida la campaña pasada y los buenos
resultados que logró con su ofensiva, en la que registró .270 de
promedio al bate, con 28 jonrones, 71 carreras remolcadas, .530 de
slugging y .843 de OPS, le han dado la confianza para que, sin descuidar
su bateo, se enfoque más en la defensa, el principal reto que tendrá al
frente para esta campaña.
"No es que me siento cómodo, sino que me siento confiado. Sé que si la
confianza que tengo para batear la uso para catchear voy a ser Guante de
Oro fácil. Por eso sigo trabajando, porque sé que mi posición es la de
un líder, de un capitán de una aeronave, donde tú eres el que tienes la
llave del motor. Estoy aprendiendo a manejar esa nave, a llevarla por el
camino correcto y no que no vayamos a la deriva", dijo el receptor.
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