La oficina del comisionado de Grandes Ligas suspendió, ayer sábado,
al veterano infielder dominicano Miguel Tejada, de los Reales de Kansas
City, por 105 partidos por arrojar positivo a anfetaminas en un control
antidopaje.
La suspensión del Jugador Más Valioso de la Liga Americana
en 2002 es efectiva de inmediato, anunció Grandes Ligas en un
comunicado.
La suspensión de Tejada es la tercera más larga
impuesta por las Grandes Ligas sin que sea de por vida, detrás del
castigo pendiente sobre Alex Rodríguez de 211 juegos este año y los 119
juegos que se le impusieron a Steve Howe en 1992.
“Admito que cometí un
error. pero quiero que la gente entienda una cosa: no estaba consumiendo
una droga para tener ventaja en el terreno de juego, ni ser mas fuerte o
pegar más cuadrangulares”, dijo Tejada a ESPNDeportes.com desde su
hogar en la Florida. “Yo deseo pedir disculpas a mis compañeros de
equipo, a la organización de los Reales y los fanáticos de la ciudad de
Kansas City”.
Tejada, de 39 años, bateaba .288 en 53 partidos y se
había quedado con el puesto de intermedista regular de los Reales desde
la pausa del Juego de Estrellas hasta el sábado, cuando se lastimó la
pantorrilla derecha en una jugada defensiva.
Kansas City colocó a
Tejada en la lista de lesionados por 15 días y un par de días después lo
pasaron a la de 60 días, inactivándolo por el resto de la temporada
regular.
“Es una enfermedad, no vicio”
El toletero dominicano quiso dejar en claro que la sustancia a la que dio positivo, Adderall, la necesita para su diario vivir. “La he estado usando [Adderall] por los ultimos cinco años y tenía permiso de los médicos de Grandes Ligas.
El toletero dominicano quiso dejar en claro que la sustancia a la que dio positivo, Adderall, la necesita para su diario vivir. “La he estado usando [Adderall] por los ultimos cinco años y tenía permiso de los médicos de Grandes Ligas.
Sin embargo, mi último permiso expiró el pasado 15
de abril y no quisieron extenderme otro. Yo sabía que sin permiso me
arriesgaba a romper las reglas, pero al mismo tiempo, no podía dejar de
usar el medicamento porque sufro de Desorden de Déficit de Atención (ADD
por sus siglas en inglés). No es un vicio, es una enfermedad”.
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